En el imaginario colectivo está que un perro que lleva bozal debe ser agresivo y para muchos, el hecho de ponérselo, roza el maltrato. En absoluto tiene que ser así. El bozal es un elemento que en ocasiones es útil y que para el perro es comparable a ponerle algo extraño y no natural para él como un collar, un impermeable para la lluvia, unos calcetines para heridas en las patas o una prenda de vestir que mucha gente les coloca. ¿O a caso los elementos que he mencionado no molestan también al perro? Y aun así, no hay reparos en ponérselos.
En este artículo te voy a decir cómo positivizar y habituar al perro a llevar un bozal y por qué es útil que el perro sepa llevarlo.