Tener un perro reactivo que se lanza hacia otros perros, personas corriendo, patinetes, etc. puede ser muy desesperante, lo sé. Dan ganas de no salir a la calle con el perro porque los paseos no son lo que tú desearías: en todo momento pendiente de cualquier estímulo que pueda alterar al perro y, ni disfruta él ni disfrutas tú.
En sesiones de trabajo específico con el perro intentamos controlar el entorno y sus variables, pero ¿qué sucede cuando paseas por la calle con tu perro? ¿Qué puedes hacer exactamente cuando te encuentras con algún elemento que haga reaccionar al perro? Aquí tienes algunas técnicas que puedes utilizar: