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lunes, 30 de diciembre de 2013

Sobrevivir a tu perro adolescente

Cuando incorporas un nuevo cachorro al hogar pones todas tus energías en enseñarle a hacer sus necesidades, a que no muerda, a tener un buen comportamiento en casa y a socializarle con otros perros. Sin embargo, estos meses de cachorro son realmente cortos y se subestima lo difícil que puede ser el periodo de adolescencia, y te preguntas ¿dónde está mi adorable cachorro?


La adolescencia en los perros, en general, ocurre entre los 6-18 meses (pudiendo llegar a los 24 meses dependiendo de las razas e individuos) y durante ese periodo sus cerebros están inundados por un alto nivel de hormonas:

  • En los perros macho, los altos niveles de testosterona llevan a una mayor reactividad con respuestas más rápidas, más largas y más intensas a los estímulos externos.
  • En las hembras, el aumento de los niveles de estrógeno y progesterona durante el mismo período pueden aumentar la irritabilidad y los problemas con otros perros, así como cuestiones de posesión de recursos.

Tristemente, los meses de adolescencia coinciden con la mayor tasa de abandonos. Hay una necesidad de más información y educación hacia los dueños de perros que no esperan a que se produzcan los cambios de conducta o no saben como manejar a sus perros durante este periodo.

Aquí tienes algunas sugerencias para sobrevivir a la adolescencia de tu perro:

1/ Recuérdate que este periodo pasará y que tu perro se irá calmando. Busca la forma de ayudarlo a quemar el exceso de energía. Cuando mi perro Biotz pasó por este periodo era un terremoto y tuve que pasar muchas horas en la calle haciendo ejercicio físico y mental enseñándole ejercicios para que pudiese estar más tranquilo.

2/ Trabaja y enseña a tu perro de forma continua. El aprendizaje del perro no se detiene, sigue trabajando con él a medida que va pasando las etapas de su vida. Los cachorros aprenden muy rápido pero con el aumento de las hormonas tu perro puede dar pasos hacia atrás en lo ya aprendido. Debes saber que la capacidad de respuesta de tu perro en este periodo sube y baja como una montaña rusa, se constante.

3/ En cuanto se manifieste algún problema de conducta y no sepas manejarlo, contacta con un profesional que te ayude. Cuanto más tiempo persista el problema, más difícil es revertir la situación. Es mejor cortar de raíz los problemas durante la adolescencia para que no se conviertan en problemas de por vida.

4/ Refuerza el comportamiento tranquilo del perro y su autocontrol. Salir del coche, ir al parque, saludar a otras personas...generan excitación. Enséñale a obtener lo que quiere si antes muestra un comportamiento calmado.


5/ Aumenta la socialización de tu perro mediante largas caminatas diarias.  La socialización de los cachorros es fundamental, pero igual de importante es proporcionar a tu perro todas las experiencias posibles de forma continua. Durante la adolescencia, muchos propietarios cometen el error de separar a sus perros de otros perros cuando ven algún síntoma de agresividad o de reactividad hacia otros estímulos. Esto lo único que hace es agravar el problema. Más socialización.

6/ Expón a tu perro a perros ya mayores y tranquilos. Los perros aprenden a ser socialmente aceptables alrededor de otros perros. Los perros mayores no le permitirán un comportamiento demasiado bruto y excitable y le interrumpirán si llega a presionarles en exceso enseñándole a estar más calmado.

7/ Se un referente para tu perro. Trabaja tu lenguaje corporal y tu comportamiento para transmitir a tu perro esa calma y tranquilidad que quieres que tenga. Realiza movimientos pausados y tranquilos, y usa un tono de voz suave para que sienta que tienes el control de la situación.

Ser propietario de un perro adolescente puede ser un reto, pero si te preparas, puede ser una buena experiencia de aprendizaje y una forma de crear buenos hábitos en el perro y en ti. Recuerda que es un periodo que pasará y al igual que no debemos renunciar a unos hijos adolescentes, no debemos renunciar a unos perros adolescentes.


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lunes, 23 de diciembre de 2013

Perros y miedo a los ruidos fuertes: desensibilizar y contracondicionar

En el artículo anterior expuse varios consejos a aplicar para ayudar a nuestros perros a pasar lo mejor posible esos días en los que los petardos y las explosiones son una constante => 15 consejos para ayudar a tu perro con el miedo a los petardos

Pero si queremos ayudar a los perros a superar el miedo o la fobia a los ruidos fuertes y estruendosos, debemos armarnos de paciencia ya que suele ser un proceso largo que requiere constancia.


Este proceso consta de dos partes que se complementan: la desensibilización y el contracondicionamiento.

1. Desensibilización

Es someter al perro al estímulo o fuente de su miedo de forma controlada. En sesiones cortas se expone al perro al ruido a una intensidad insuficiente para provocar un estado emocional de miedo incontrolable, incrementando de forma gradual la intensidad a medida que el perro adquiere la capacidad de hacerlo frente. Es muy importante no precipitarse para no desandar lo ya andado.


A la vez que se realiza el proceso de desensibilización, se asocia un refuerzo positivo al ruido o los petardos. Se trata de lograr un comportamiento en el perro incompatible con el estado emocional de miedo o fobia, haciendo que juegue o tenga un premio cada vez que oye un petardo acompañado de un MUY BIEN.

En perros en que el miedo o la fobia a los ruidos fuertes esté muy arraigado, este proceso lleva bastante tiempo. Trabajar con un estado emocional (miedo) no es lo mismo que enseñar al perro una nueva habilidad, hay que tener mucha paciencia sin poner plazos

Se debe empezar con pocas repeticiones, breves y suaves incrementando la presión en el perro cuando se vea resultados positivos y el contracondicionamiento surta efecto. Siempre sin prisas y muy poco a poco.


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lunes, 16 de diciembre de 2013

15 consejos para ayudar a tu perro con el miedo a los petardos

Hay fechas que muchos perros lo pasan muy mal debido al ruido de los fuegos artificiales y petardos. En esos momentos debemos ayudarles a que esas experiencias sean lo menos traumáticas posibles, aquí tenéis 15 consejos para ayudar a vuestros perros: 


1. Preparar un lugar seguro dentro de casa donde se escuche menos el ruido exterior.


2. Cerrar persianas y cortinas, y encender la televisión o la radio. Ayudará a mitigar el ruido.


3. No dejarles en balcones ni cerca de ventanas abiertas porque podrían lanzarse o ahorcarse (si están atados) ante la desesperación y el nerviosismo.


4. Evitar dejar puertas y rejas abiertas para que no huyan y se pierdan debido al miedo.


5. Mostrar calma y normalidad transmitiéndoles naturalidad. Acariciarlos refuerza su estrés.


6. No ponerse nervioso y evitar la excitabilidad en el ambiente. Voz tranquila y gestos lentos.


7. Nunca regañarles por mostrar signos de miedo o ansiedad.


8. Procurar no dejarles solos durante el tiempo que dure el ruido.


9. Intentar interactuar con ellos jugando y practicando ejercicios de obediencia simples como el "sentado" o el "tumbado".


10. Buscar paseos alejados de los núcleos urbanos.


11. Llevarlos siempre atados con correa, aunque sea una cuerda de quince metros. Si intentan huir, incentivarles  para que busquen en vosotros el refugio que necesitan.

12. Sacarlos a hacer mucho ejercicio antes de las noches con mayor ruido, estarán más cansados y un poco más tranquilos.


13. Mandarlos a un hospedaje o albergue lejos de la ciudad donde no estén expuestos a los fuertes ruidos.


14. En casos extremos acudir al veterinario para adquirir tranquilizantes (nunca medicar por vuestra cuenta).


15. Hay soluciones "alternativas" basadas en Flores de Bach y en la Feromona Apaciguante Canina (DAP) que emula las feromonas segregadas por la madre para mitigar el estrés de los cachorros. Siempre supervisados por el veterinario.


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lunes, 9 de diciembre de 2013

5 formas de preservar la seguridad de tu perro en un parque para perros

Para que el parque sea algo divertido y a la vez seguro, aquí tenéis unos consejos para mantener a salvo a vuestros perros:

1. MANTENER A LOS PERROS EN MOVIMIENTO.

Cuanto más se estén moviendo y hagan ejercicio, menos probabilidades hay de que busquen problemas con otros perros.


2. INTERVENIR SI SE VE A MÁS DE UN PERRO ATACAR EN GRUPO A OTRO PERRO.

Demasiados propietarios no actúan cuando debieran. Este comportamiento a menudo puede causar problemas: perros heridos, asustados y perros que se convierten en "matones" del parque.


3. ALEJARSE CUANDO EL NIVEL DE EXCITACIÓN/EMOCIÓN DE LOS PERROS ES ALTO.

Perros excesivamente excitados tienden a volver excitados a otros perros y poder provocar un gran problema. Es mejor mantenerse alejado de ese tipo de actividad.




4. MARCHARSE DEL PARQUE SI EL PERRO SE ESCONDE ENTRE LAS PIERNAS, DEBAJO DE UN BANCO/MESA O SE LE VE ASUSTADO E INFELIZ.

Un perro que tiene miedo de estar en el parque no es un perro feliz. ¿Por qué forzarle a permanecer en ese estado de temor?


5. PREOCUPARSE POR TENER UNOS PERROS BIEN ADIESTRADOS Y QUE RESPONDAN A LAS ORDENES.

Si no se tiene control sobre los perros, no se debería ir a un parque donde hay otros perros sueltos. Nadie quiere tratar con perros rebeldes y con dueños irresponsables que no se preocupan de educarlos.


Cada dueño debe conocer a su perro y decidir si un parque para perros es la mejor opción o no. Ni a todos los perros les gusta ni todos los perros deben ir a un parque de perros.



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lunes, 2 de diciembre de 2013

La perspectiva visual de tu perro

Si queremos comprender mejor a nuestros compañeros perrunos, debemos entender que los perros ven el mundo desde una perspectiva visual distinta.

La retina, que cubre la parte posterior interna del globo ocular, contiene conos y bastones, dos tipos de células sensibles a la luz. Los conos dan percepción del color y visión detallada, mientras que los bastones detectan el movimiento y son sensibles a la baja luz

Los perros tienen retinas pobladas mayormente por conos, ven mejor en la oscuridad que los humanos, y su visión está orientada al movimiento. Sin embargo, dado que sólo poseen la décima parte de la concentración de conos que los humanos, los perros no perciben los colores al igual que nosotros.

Los colores

Los perros reconocen dos colores, azul-violeta y amarillo, y pueden distinguir entre las tonalidades de gris. No pueden distinguir entre el amarillo, verde, anaranjado y el rojo. Además tienen dificultades para distinguir el verde del gris.


Comparando el espectro de colores tal como lo percibe el perro y el humano, vemos que el perro percibe como amarillo lo que nosotros vemos como rojo, naranja, amarillo y verde. Ciertos tonos de verde y turquesa, el perro los percibe como blanco. Los azules los distingue en forma similar a nosotros, mientras que el violeta lo ve gris.

Profundidad y distancia

La posición de los ojos del perro determina el campo visual y la percepción de profundidad. Los depredadores, tales como humanos y perros, tienen los ojos posicionados más cerca el uno del otro que las especies que cumplen el rol de presas que tienden a tener ojos hacia los costados de la cabeza, ya que esto les confiere mayor campo visual para ver a un depredador al acecho.


Los ojos de los perros están en un ángulo de 20 grados. Esto aumenta el campo visual, es decir, la visión periférica del perro. Pero esta mayor visión periférica compromete la cantidad de visión binocular (donde el campo visual de cada ojo se superpone con el del otro, lo que confiere percepción de la profundidad y distancia) y, por lo tanto, los perros tienen mejor visión binocular cuando miran directamente hacia delante.

Visión borrosa

Los perros también tienen menor agudeza visual que los humanos. Se dice que un humano con visión perfecta puede distinguir letras y objetos a una distancia de 6 metros. Los perros deben estar a una distancia de 6 metros para ver un objeto igual que un humano parado a 23 metros. Hay razas que tienen mayor agudeza, como los labradores comúnmente utilizados como perros guía.

Sensibilidad al movimiento

Debido al número de bastones en la retina del perro, los perros distinguen objetos en movimiento mucho mejor que un objeto fijo

Es tanta la importancia de la postura y el lenguaje corporal en el comportamiento del perro que pequeños cambios en tu postura pueden significar mucho para tu perro.


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